lunes, 2 de marzo de 2015

Mucho tiempo sin dar noticias

Hace mucho tiempo que no escribo en este blog y me he dado cuenta de que esto no es de ayuda para los demás. Os actualizo la información. Mi hija Cristina sufrió esta catarata con casi tres años y fue operada inmediatamente por lo doctores García Arumí y Wert en el IMO. Cuando la operaron nos dijeron que si veía un 60-70% al final del proceso, sería un éxito.
Han pasado lo años y hemos seguido las instrucciones y las visitas al IMO. Cris logró rápidamente el 60%, con oclusión de 8 horas primero, de 6 después, de 6 sin fines de semana luego, y ahora con 3 horas de lunes a viernes.
Además de la oclusión, Cris acude regularmente a la Óptica Miñoca en Vigo donde tanto Carmen como Marta están haciendo una gran labor con ella, además del cariño y la amistad que ya tenemos.
Cris tiene una leve ambliopía que es ahora casi el mayor de sus problemas. Le cuesta llegar a la visión binocular, pero con el trabajo que hacemos en casa (casi a diario) lo esta logrando.
La buena noticia es su evolución, pasó de ese 60% a casi un 70%, a un 80% y en nuestra última visita al IMO en Barcelona alcanzó una visión del 89%.
Seguimos sumando progresión y este verano intentaremos de forma controlada bajar las horas de parche. Llegados a los 8-9 años la visión que haya logrado no la perderá. Por ello nos seguiremos esforzando hasta entonces.
Cristina hace vida casi normal. El casi es porque acude a Barcelona una o dos veces al año a revisión y a la Óptica una o dos veces al mes. Lleva parche de lunes a viernes desde que se levanta hasta la hora del recreo. Hemos contado con un gran apoyo por parte de sus profesores, que saben que algunas tareas le cuestan un poco más, pero que ella resuelve con esfuerzo y pundonor de forma muy satisfactoria. Cristina ya lee y escribe, como sus compañeros de clase, y además practica deporte, se divierte con sus amigos jugando al baloncesto. Ella lleva gafas.
Sabemos que no todos los casos son como el de Cristina. Es más, son pocos los que conocemos así, pero repetimos la idea de que es importante vigilar la visión de los niños antes de los tres años y que esta enfermedad tiene una solución, casi plena, que permite a nuestra hija hacer una vida normal.